
Experiencia del autor, Sebastián Mejía, al encontrar un libro en un penal y reflexiona sobre la relación entre los libros y las cárceles. A través de ejemplos históricos, menciona cómo escritores y pensadores han sido encarcelados en Colombia, destacando la conexión entre la literatura y la privación de libertad. El autor relata cómo llegó a sus manos una edición de "Aura o las violetas" de Vargas Vila, marcada con el sello de una penitenciaría, y su intento de devolverlo al penal, solo para descubrir que ya no aceptaban donaciones particulares debido a la intervención de la Red de Bibliotecas Públicas. Finalmente, el libro quedó en su posesión, convirtiéndose en un símbolo de su amor por los libros y una reflexión sobre su poder transformador y su capacidad para trascender las barreras físicas.